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🔵¿Estamos realizando una estrategia adecuada de Fomento al Emprendimiento?



Seguramente te has hecho alguna de las siguientes preguntas:

¿En qué programa, concurso e iniciativa de emprendimiento e innovación tecnológica participaremos este año, o este ciclo escolar?

¿Realizaremos nuestro concurso interno?, ¿qué mejoras podemos implementar?

¿Cómo va nuestra incubadora de empresas, aceleradora o parque tecnológico?, ¿es conveniente ya generar la propia?

¿Qué nuevas iniciativas podemos realizar para que más estudiantes participen en los programas de emprendimiento e innovación?, o bien por el otro lado: “Son demasiadas iniciativas, somos pocas personas y muchas actividades por atender, ¿cómo podemos aprovechar lo mejor para nuestra institución educativa y estudiantes?”.

¿Nuestros egresados están alcanzando la movilidad social?, ¿en qué medida?

Desde la primera década de este siglo XXI, entre 2003 y 2005 y hasta la fecha, el Fomento al Emprendimiento e Innovación Tecnológica pasaron de ser iniciativas aisladas de algunas instituciones educativas líderes, gobiernos e instancias privadas, a convertirse en moda, y luego en un componente clave de sus programas de desarrollo, generando el denominado Ecosistema de Emprendimiento e Innovación. Los seguidores, como siempre, se siguen “subiendo al barco” ya sea porque los demás lo han hecho o lo están haciendo.

Hace 15 años, en 2004 en el estado de Guanajuato me tocó ser el primer emprendedor “incubado”. El primero, hace 15 años, y desde entonces he podido observar y participar en el Ecosistema Nacional de Emprendimiento e Innovación de México, así como he observado los programas externos en países líderes globales y latinoamericanos. Además de ganar algunos premios, de pasar de ser emprendedor a ser empresario, de diseñar tecnología que es la base de la fuente de ingresos de mi empresa, y de participar como jurado en los concursos de los sistemas educativos más grandes de México y Latinoamérica, he podido generar ya un premio propio con instituciones educativas con quienes hemos colaborado.

Si observamos los programas, concursos, estrategias e iniciativas, propios y ajenos, podemos confirmar que la realidad de los indicadores de casos de éxito no es muy motivadora, y no es necesario colocar los números para validarlo y hacernos sentir mal, porque desde que iniciaron los primeros programas es más que sabido (aunque duela aceptarlo) que los indicadores de casos de éxito han sido maquillados para poder sustentar, desde apoyos económicos recibidos hasta prestigio, posicionamiento y la permanencia en puestos de trabajo.

Ahora contamos con ganadores de distintos premios y concursos, pero no tanto así de tecnologías o empresas exitosas; estudiantes o docentes que logran apariciones en distintos medios de comunicación, pero cuya fama es efímera, sin lograr proyectos de emprendimiento innovador exitosos; docentes expertos en asesorar proyectos que logran ser finalistas o ganadores de concursos, pero que no van más allá...

Los estudiantes y docentes más participativos, con mayor ánimo para las iniciativas de emprendimiento e innovación no necesariamente son los más capaces, y aquellos que cuentan con las competencias técnicas y tecnológicas no necesariamente son los más participativos. El emprendedor finalmente sabe que es emprendedor cuando él quiere, ya sea por autoconocimiento o por necesidad, no necesariamente porque existan interminables invitaciones y motivación para participar en distintos programas e iniciativas.

Toda esta experiencia, observaciones y análisis me permiten compartir, con toda humildad, algunas hipótesis que he validado sobre el Ecosistema de Emprendimiento e Innovación en su conjunto:

  1. Todavía estamos comprendiendo cómo fomentar adecuadamente y de manera efectiva el emprendimiento y la innovación tecnológica en México, y Latinoamérica no se queda atrás.

  2. Todavía estamos comprendiendo qué o quién es un emprendedor y un innovador. ¿Es una fotografía momentánea de un conjunto de indicadores, o es un progreso en el tiempo?, y si es así, ¿para qué intervalo de tiempo y qué indicadores son los idóneos?

  3. Todavía estamos comprendiendo qué o quién es un caso de éxito, ya que para instituciones educativas y gobierno el caso de éxito no es solamente un emprendedor que da un paso, sino un equipo bien coordinado de personas que hacen que ese paso suceda.

¿Qué nos falta para contar con una estrategia adecuada de Fomento al Emprendimiento?

En el siguiente video te comparto una visión distinta de cómo conceptualizar, diseñar e implementar una estrategia de Fomento al Emprendimiento:


Este es un tema apasionante y para el que nos interesa mucho mantener un diálogo abierto, que permita compartir ideas, resultados, mejores prácticas y herramientas.

¡No dudes en contactarnos!

Ing. Paulo César Ramírez Silva

CEO, Ingeniero y Arquitecto de Producto

EmprendHEC Educación en Innovación y Desarrollo Tecnológico, SAPI de CV.

contacto@he-consulting.com

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